martes, 2 de octubre de 2012

Una pobre piba, patética y fea.




Abrí la llave del agua caliente, dejando que se llene la bañera. Me empece a sacar la ropa y para mi mala suerte, frente al espejo.
Me miré con cierto desprecio. Solo vi un "monstruo". 
Una chica que hace 10 años atrás, era una muñequita. Rizos claritos, ojitos redonditos, gordita, sonriente, feliz. No le importaba nada, solo quería jugar, pasar tiempo con su mamá y sus abuelos.
[[ "La historia de una trasformación feroz: de la muñeca de porcelana que se estropeó contra el asfalto. Una historia de inconvenientes y de las ganas de morir; del hambre, del miedo y una moraleja jamás escrita, una experiencia aún no procesada." pág 56. ]]

Pero la nena creció. 
Salio del cuento de hadas en la que la habían criado para estamparse con la realidad. 
No todo era color de rosas. No todo era felicidad.
Los dramas familiares, escolares, del falso amor y de la falsa amistad, terminaron consumiéndola poco a poco.
[[ "Entonces llámenme egoísta, pero no pienso soportar este dolor. La gente es tan moralista, tan hipócrita. No entienden lo que se siente; no lo pueden entender porque la depresión lleva a la persona al extremo." pág. 240. ]]
La nena se volvió fría, calculadora, frágil. 

A los 15 años la felicidad se le había escurrido de las manos.
[[ "Y llorar hasta el desmayo o el interminable dolor de cabeza que parece encarnársele a uno en los más profundo de los sesos. Tener tanto odio por uno mismo, tanto que hasta nos parecen irreales e inentendibles todos aquellos años de convivencia con nuestras mentes perturbadas, tantos años de soportarse a uno mismo." pág. 239. ]]
Empezó a sentirse sin apoyo. 
Entonces se concentro más en si misma y buscar lo que estaba mal.
Empezó a pararse frente al espejo y verse fea. 
Tocarse el cuerpo y sentir; piel y huesos.
Empezó a buscarse hasta el más mínimo defecto... y los encontró.
No quería convivir con eso que odiaba, pero lo tenia que hacer.
Todo el odio acumulado en el corazón, lo descargaba con ella misma.
[[ "Primero fue la muñeca izquierda. Nueve fueron los primeros cortes. Mis manos sangraban, por supuesto, pero no me desangraba como para morirme." pág. 256. ]]
Me metí en la auto-mutilación.

[[ "Me calmaba, me hacía sentir de nuevo persona y no tanto esqueleto o zombie vuelto de la muerte para quedarse a mitad de camino." pág. 270. ]]
Una vez que pensé que salí:
"- Sos fea."
"- Ay, que asco que sos."
"- Deforme."






...
¿Por qué la gente es tan cruel?
¿Por qué se llenan haciéndole mal al otro?
Ahora miro mi reflejo y veo una pobre piba, patética y fea.

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