Ella despierta cada día con la misma idea en su mente. Se mete a la ducha, tratando de alargar el único momento que tiene para ella misma, deseando que esos pocos minutos sirvan para deshacer todo el dolor que siente.
Minutos después, escucha a su madre llamándola, por lo que sabe que debe salir y vestirse. Se prepara para volver a salir de su casa, y volver a sentirse perdida entre la gente. Sola y desesperada, ya que nadie en el mundo la entiende.
Siempre la misma rutina, cada día es peor. No encuentra otra salida, sólo quiere dejar de sufrir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario